Un problema persistente

Desde el 13 de marzo de 2020 que el Ciclón padece los encuentros que comienza abajo en el marcador. En ese momento, todavía no había COVID-19 en Argentina, y en el último juego previo al parate por la pandemia, el equipo dirigido por la Secretaría Técnica compuesta por Tocalli, Romagnoli y Acosta le dio vuelta el partido a Patronato en Paraná. Después de ir perdiendo 1 a 0, lo ganó con goles de Adam Bareiro, y un doblete de Óscar Romero.

Desde entonces pasaron ya 57 partidos entre Copa Maradona, Copa de la Liga, Liga Profesional, Copa Argentina, Copa Sudamericana y Copa Libertadores, y ni Soso, Dabove, Romagnoli en su interinato, Montero y ni la dupla Monarriz – Di Leo pudieron hacer que el equipo se levante luego de ir perdiendo. De esa cantidad de juegos, en 22 partidos comenzó abajo en el marcador, y en 20 de ellos terminó perdiendo. En los 2 restantes pudo al menos rescatar un empate y ambos fueron en el repechaje de la Libertadores: 1-1 vs Universidad de Chile en Santiago y en el 2-2 ante Santos en Brasilia.

Por otro lado, es cierto que una vez que arranca ganando, casi siempre termina sumando algún punto. De esos 57 juegos, en 30 anotó el primer tanto del encuentro, y en 19 terminó quedándose con los tres puntos. En ocho oportunidades, el equipo terminó sumando una unidad, y en las tres restantes se lo dieron vuelta: ante Rosario Central en el Nuevo Gasómetro por la Sudamericana 2021 y ante Lanús y River en la presente Liga Profesional. En los cinco partidos restantes, el encuentro terminó con un empate sin goles.

Cada vez más lejos del objetivo de clasificarse a la Copa Sudamericana del próximo año, San Lorenzo continúa estirando las rachas negativas. Si el equipo no logra la clasificación, será otro duro golpe para el grupo que siente estos tipos de cachetazos, y queda demostrado en los partidos en donde arranca abajo en el marcador, en donde no puede reponerse y termina perdiendo en la mayoría de ellos.