Lo perdió en la última y preocupa

San Lorenzo salió a buscar el partido desde el minuto uno, pero se le complicó por demás generarle situaciones a un Aldosivi bien parado y con intenciones de imponer su juego. El visitante, a pesar de no tener tanto nombre en su plantel, jugó a dos toques y lastimó mucho a una flojísima defensa local. Las más claras del Ciclón fueron un cabezazo de Siro Rosané y un tiro de afuera del área sorpresivo de Óscar Romero.

Gracias a las múltiples faltas cercanas al área, y a los numerosos tiros de esquina que tuvo, el Tiburón logró capitalizar en la última jugada del primer tiempo: Francisco Grahl sacó un zapatazo desde la derecha para vulnerar una barrera muy mal armada por el arquero, que no respondió de la mejor manera. El Ciclón no solo jugó mal sino que, con justicia, se fue perdiendo al entretiempo.

Para la segunda mitad ingresaron Diego Rodríguez y Julián Palacios por Francisco Flores y Siro Rosané, el dibujo táctico pasó de un 5-2-3 a un 4-3-3. Si bien tuvo un nuevo buen arranque, Boedo se volvió a pinchar y no pudo penetrar, generando poco, la defensa de un Aldosivi que apostó a conseguir un posible 2-0 de contra. Los nervios se adueñaron del equipo, el ingreso del Torito fue contraproducente y el funcionamiento empezó a empeorar gradualmente. San Lorenzo parecía que rescataba un empate a falta de tres minutos para el cierre gracias a una corajeada de Juli Palacios y una aparición de, nuevamente, Franco Di Santo. Finalmente, tras un nuevo error de la defensa, Braida y Contreras armaron una contra y Boedo lo perdió en la última pelota de la noche.

Derrota que preocupa en varios frentes: el principal, la falta de juego ya constante de este equipo y en otro plano por lo que se complica el Ciclón en el grupo A de la Copa de la Liga, que ya lo tiene alejado de los puestos de vanguardia cruzando la mitad de la instancia de fase de grupos. El jueves, esperemos con otro nivel, enfrentará al siempre complicado Defensa y Justicia por los 16vos de final de la Copa Argentina.