¡Hijo, te Matos y te arrebato la punta!

Cuando el partido moría Bentacourt se equivocó y Mauro Matos facturó. Con esta victoria en la Bombonera, el Ciclón quedó como único líder del torneo de Primera.

¡Qué nacieron hijos nuestros…! Hasta dejando una pálida imagen en la Ribera, San Lorenzo se aprovechó de Boca y se dio el lujo de ganarle en lo que ya dejó de ser una clásica costumbre para convertirse en una eterna paternidad.

El conjunto de Bauza prácticamente no había llegado en toda la tarde-noche, justo es reconocerlo. Si debía de haber un ganador, quizá los méritos apuntaban al Xeneize. Pero como este deporte se gana por goles y no por acumulación de merecimientos, el Ciclón no dejó pasar el tren y quedó en soledad en la cima del campeonato.

San Lorenzo se replegó en demasía. Las ausencias de Mas y de Ortigoza se disimularon bastante mediante el maquillaje decoroso que otorgaron las presencia de Kalinki y Arias. El juvenil cumplió con creces el intensivo trabajo que Boca le propuso y aprobó el examen de manera holgada. Mientras que el santiagueño alternó buenas y de las otras.

El Ciclón aguantó el partido y se arrinconó peligrosamente hacia las inmediaciones de Torrico. Con una excelente actuación de Caruzzo, la solidez de Yepes (debió haber sido expulsado en el primer tiempo), un gran encuentro de Barrientos, en especial en defensa, y poco más, se la rebuscó para repeler la presión de Boca. El equipo de Arruabarrena cascoteó el rancho pero nunca quedó en situaciones propicias para doblegar al “Cóndor” de Boedo.

Daba la sensación de que el San Lorenzo podía lastimar si se lo proponía, no obstante pocas veces pudo avanzar hacia Orión. El ingreso de Ortigoza emparejó un poco la balanza y esto le permitió a su equipo sacar un rato la cabeza del agua y hasta animarse a salir del letargo. Lo tuvo Rolle tras una hermosa habilitación de Blanco pero se llevó por delante y dilapidó una situación aislada.

Cuando el tiempo reglamentario expiraba y comenzaba el descuento, llegó la jugada que definió el pleito. Un pase del chiquilín Bentancourt, de sobria actuación en el primer tiempo, fue interceptado por Mauro Matos. El delantero enfiló hacia las barbas de Orión y definió con un zurdazo bajo que doblegó la estéril salida de Orión para enmudecer aún más a un estadio que ya se había resignado a un triunfo. ¿Qué fue inmerecido? Tal vez. ¿Qué fue de casualidad? No importa, lo cierto es que San Lorenzo derrotó a Boca por la mínima y le arrebató la punta. ¿Qué más? 

No es momento de analizar en profundidad esta victoria que acrecienta a once encuentros la diferencia con Boca en el historial. San Lorenzo no jugó bien pero se lo ganó igual. Porque goles son amores y Matos no durmió…¡Bienvenido puntero!