En San Juan, el Ciclón sopló más fuerte que el Zonda

San Lorenzo remontó el partido y le ganó 2-1 a Instituto para avanzar a 8avos de final de la Copa Argentina. Mas y Cauteruccio señalaron los goles azulgranas, Magnín lo había hecho para la Gloria.

Literalmente, San Lorenzo sufrió el viento en contra en San Juan y por eso debió remontar el partido en desventaja casi de arranque. Una vez más, y no es la primera oportunidad en la que le ocurre, el Ciclón salió a la cancha dormido. De hecho ante Arsenal, Godoy Cruz y Gimnasia había dado ventajas en el inicio del encuentro. Por suerte aquellas veces o los adversarios no habían estado finos oTorrico había sacado las papas del fuego por sus compañeros. Esta vez, la historia no se salió del libreto.

Torrico había sufrido de movida cuando debió tapar un mano a mano. Pero instantes más tarde, Instituto no perdonó y se anotó en el marcador. De un lateral en ofensiva, Pablo Magnín la recibió de espaldas y dejó desairado a Cetto quien de manera infantil durmió una siesta cuyana; con el camino allanado el delantero surgido de Unión esquivó a Torrico y definió a voluntad. Baldazo de agua fría en el Estadio Centenario condimentado con un intratable viento que le jugó varias malas pasadas a San Lorenzo en la primera etapa.

Más allá de que el Ciclón recompuso su imagen y emparejó las acciones, poco y nada de peligro acercó al arco cordobés. Con enjundia y vergüenza adelantó las naves pero siempre careció de la puntada final para inquietar al arquero Hoyos. De la mano de Sebastián Blanco encontró la claridad necesaria para empezar a poner orden en una serie que se había complicado por demás.

Ahora sí con viento a favor, en el complemento la balanza se equilibró como todos deseábamos. Una triangulación entre Cauteruccio, Blanco y Mas dejó a éste último mano a mano con Hoyos. El sanjuanino fue profeta en su tierra y ajustició al portero de la Gloria para decretar la transitoria igualdad. El 1-1 le calzaba mucho mejor al espectáculo.

Al ratito nomás, Matos y Cauteruccio le advirtieron a Bauza que se entienden a la perfección y que pueden seguir haciendo dupla. Esta vez fue Mauro quien habilitó a Caute y éste (que viene dulce y de racha), la mandó a la red ante la pobre resistencia de Hoyos que apenas amortiguó el disparo. ¿Habrá sido el viento? ¡Quién sabe! Lo cierto es que en menos de 10 minutos, el Ciclón había dado vuelta la tortilla.

Aún restaba casi media hora para asegurarse el pasaje a la nueva etapa, no obstante daba la sensación de que los muchachos de Bauza tenían todo controlado. Instituto quería pero el Ciclón ya había aprendido la lección y no estaba dispuesto a regalar nada más. El “Tren de la Alegría” ya había pasado, si la Gloria no se subió, a llorar a la iglesia.

San Lorenzo se plantó con autoridad y quiso aumentar la diferencia. Sin embargo, no debió chapear para sacarse de encima a un rival que había golpeado en la apertura del match pero que se había extinguido con el devenir del juego. El conjunto cordobés apenas cruzó mitad de cancha en el capítulo decisivo.

Con algún sobresalto inesperado, la pitada de Laverni fue un desahogo para todo San Lorenzo que celebró el acceso a una nueva ronda. Quedó demostrado: el Ciclón sopló más fuerte que el Zonda y avanzó a la fase de 8avos de final de la Copa Argentina.