El Ciclón sufre pero finalmente Ortigoza

San Lorenzo le ganó 3-2 a Argentinos en el Diego Armando Maradona. Los goles del Ciclón fueron señalados por Caruzzo, Villalba y Ortigoza. Ham y Garré habían igualado parcialmente para el Bicho.

San Lorenzo lo ganaba cómodo y casi termina resignando los tres puntos en su visita por La Paternal. No obstante y en su peor momento demostró que era mucho más que el Bicho y consiguió una victoria que pintaba como sencilla pero terminó transformándose cuesta arriba ante un flojo Argentinos Juniors.

El Ciclón aprovechó su momento en la primera parte, fue efectivo en la red y dominó a voluntad el resto del encuentro sin sufrir prácticamente sobresaltos. Cuando apretó el acelerador, el hoy único líder anotó y comandó las acciones. Empezó a definir el pleito cuando tras un córner que peinó Yepes, Caruzzo mandó a la red para obtener la primera diferencia en el marcador. Al rato y en una gran jugada colectiva, Blanco esperó la llegada de Mas que con la vieja fórmula del centro atrás encontró el ingreso de Villalba quien fusiló a quemarropa a Gabbarini. Daba la sensación de que si el Ciclón se lo proponía, goleaba. Sin embargo, el conjunto de Bauza levantó el pie del pedal y le dio un poco de aire al Bicho.

En la segunda parte, Argentinos salió a quemar las escasa naves que aún conservaba. San Lorenzo perdió la posesión del balón al mismo tiempo y peligrosamente se replegó hacia el arco defendido esta noche por Devecchi.

Y tanto fue el Bicho que encontró su recompensa. Primero Ham descontó tras un centro cruzado para ponerle dramatismo al partido. Minutos más tarde llegó el baldazo de agua fría cuando Garré conectó un zapatazo que se le coló en la ratonera a Devecchi para decretar el 2-2. De manera increíble a San Lorenzo se le escurría el agua entre los dedos. Lo que parecía controlado, de repente se había complicado al extremo de peligrar la victoria, para colmo a pocos minutos de finalizar el cotejo.

Pero el Ciclón entendió el mensaje y sin importarle le ocurrido salió a recuperar lo que se le había escabullido en una ráfaga. En una gran jugada de Blanco -y a punto de expirar el tiempo reglamentario- a Barrientos lo bajaron en el área. Darío Herrera no dudó y señaló penal que Ortigoza cambió por gol para desatar la alegría azulgrana. Faltaba nada y la última pitada se vivió como un desahogo, no tanto por el triunfo en sí sino más bien por las circunstancias que se habían adueñado del juego.

Con un visible bajón en especial en la segunda mitad, San Lorenzo se sacó de encima a un humilde rival que dejó la vida en cada pelota. Más allá del emocionante cierre que estuvo a punto de transformarse en decepción, el Ciclón se quedó con un nuevo éxito que le mete presión a Boca. El once del “Patón” superó una prueba de fuego que esta vez se aprobó pero que bien sabemos que el adversario lo permitió. ¿Hacía falta sufrir tanto?