El 1x1 de San Lorenzo – Racing

El Ciclón se quedó con tres puntos vitales en su aspiración por pelear el título con Boca hasta las últimas instancias. De mayor a menor y cortando clavos al final, el conjunto del Patón Bauza derrotó con justicia a la Academia, un rival que no se la hizo nada fácil. Así vimos al equipo azulgrana:

Sebastián Torrico (8): el arquero que ya superó el centenar de partidos como jugador de San Lorenzo fue determinante en la victoria. A quemarropa, por arriba, de corta y media distancia, el Cóndor mendocino siempre respondió. El gol de Pillud fue mérito del defensor que le pegó un sablazo, imposible de atajar. Absoluta felicidad de un tipo humilde y que encontró su lugar en el mundo en el Ciclón además de toda la gloria a nivel profesional.

Gonzalo Prósperi (6): la expulsión de Buffarini en el clásico le dio una oportunidad al Oveja y él no la desaprovechó. Firme en la marca, se la rebuscó ante un Racing que basó su juego por su lateral. Tan seguro estuvo en la marca que hasta se dio el lujo de proyectarse en algunos tramos del partido.

Mauro Cetto (7): pasó del inframundo a los cielos en cuestión de horas. Responsable principal de la eliminación por Copa Argentina ante el mismo adversario, el Colo recuperó la memoria y fue uno de los pilares del éxito ante la Academia. Autor del primer gol, de cabeza, esta vez estuvo atento en la marca de Pavone. Como Racing abusó de centros frontales, Cetto estuvo como pez en el agua.

Mario Yepes (6): cerca de los 40 abriles, el internacional colombiano demuestra partido a partido el porqué de su vasta trayectoria. Sabedor de todas las mañas, el cafetero se consolidó en el fondo del Ciclón y ya es una estructura de la columna vertebral del equipo.

Emmanuel Mas (8): cuando el baldazo de agua helada aún surtía efecto en el público tras el empate de Racing, el sanjuanino se mandó una patriada y batió a Saja para enloquecer a la multitud. Convocado nuevamente para la Selección Nacional, el lateral izquierdo estuvo contenido por la presencia de Noir sobre su sector. Pero cuando el ambicioso de Cocca se la jugó por Milito y sacó al rubio volante surgido en Boca, Mas se mandó y tras el jugadón de Cauteruccio, ganó el partido.

Juan Ignacio Mercier (6): el termostato del equipo además de ser el capitán. El Pichi siempre cumple, juegue de lo que juegue. A sus 34 pirulos deja la vida en cada pelota y demuestra que sigue en plenitud. Presionó, ahogó y anuló el jogo bonito de la Academia. En la segunda mitad decayó como el resto del equipo.

Néstor Ortigoza (8): amarte es poco, Gordo. Máxima ovación en el Bidegain que deja las palmas rojas cuando él amasa la pelota. Parece que se va a tropezar, que la presión del rival hará que la pierda pero de la nada él busca a un compañero y lo habilita. Regulador del partido, el primer espartano a la hora de bancar la parada, para colmo se da el lujo de tirar fantasías…

Héctor Villalba (6): entre algodones, volvió a demostrar que es un jugador diferente. Dio todo y más pero su estado físico acusó recibo. Ojalá que en la semana logre recuperarse y estar a pleno en Victoria.

Sebastián Blanco (6): otro que no estaba en plenitud pero que no escatimó esfuerzos. En el enésimo desborde por izquierda sintió un pinchazo y pidió el cambio. Entre rezongos y broncas por la mala jugada del destino, el ex Lanús se fue desconsolado por la salida prematura. Se aguardan estudios pero se especula con que estaría desgarrado…

Fernando Elizari (6): de estar a préstamo a jugar en Reserva, el volante se la bancó como un duque. Y un día llegó su recompensa. Por necesidad o por lo que sea, el ex Quilmes volvió a la titularidad en La Plata y anoche en el Bidegain. Y en ambas ocasiones cumplió. Un jugador vertical que se asocia con criterio y colabora en la creación.

Martín Cauteruccio (9): protagonista esencial en ambos goles del Ciclón, Caute demuestra partido a partido que es un delantero diferente. Puede hacer goles pero además fabricarlos. No se le caen los anillos cuando debe buscar la pelota desde atrás, al contrario. El uruguayo es un goleador habilidoso que acalló críticas dejando el alma en cada encuentro. Anoche no mojó pero colaboró para que Cetto y Mas (tras sendos rebotes) pudieran hacerlo.

Ingresaron:

Martín Rolle (5): se espera muchísimo más del Duende. Su zurda interesante lateraliza demasiado y se desvanece con el correr de los avances. Jugador que se sabe que tiene gol y desequilibra, se destacó en Olimpo, Arsenal y en el Asteras Tripolis griego, entre otros. Aún debe hacerlo en San Lorenzo, el crédito sigue abierto…

Enzo Kalinski (6): el santiagueño no brilla pero cumple. Con su ingreso liberó a Ortigoza y acompañó a Mercier a restablecer el doble cinco, que a esa altura soportaba el vendaval académico.

Franco Mussis (4): otro que sigue en deuda con la gente pero principalmente con el equipo. Entró para hacer correr el tiempo pero hizo todo lo contrario. Más allá de sus primeros partidos, el Gordo surgido en Gimnasia nunca satisfizo las expectativas generadas en él.