Derrota que suma más preocupación

En el duelo de defensas endebles, San Lorenzo salió perdiendo por miedo en el primer tiempo. Había lastimado y tuvo la primera clara, pero apenas llegó Huachipato cambió el partido: desde un lateral bien sacado, pivoteó Poblete ante la atenta mirada de cuatro jugadores azulgranas, giró y tiró el centro que sobrevoló a Donatti y se posó en la cabeza de Martínez para poner el 1-0 para el visitante.

El ataque del Ciclón estuvo inconexo, el partido de los laterales fue muy malo (otra vez). Alexander Díaz intentó con el cuerpo cada vez que pudo, mientras que Ángel, Óscar y Juan Ramírez volvieron a ser de lo mejor. Con la ventaja en el marcador, el conjunto chileno se replegó y se dejó atacar por un San Lorenzo que, si estaba un poco más fino en la definición, podría haber sacado como mínimo un empate. Eso si, cuando salía de contra la visita, el local sufría y mucho.

Los ingresos de Troyansky y Melano estaban cantados, aunque al hincha no le gusten. ¿Aportaron? Más el ex Atlético Tucumán que el punta con pasado en Unión. No desentonaron de acuerdo a lo malo del colectivo en general. Lo que si quedó fue una sensación de que se podría haber buscado más, quizás con el ingreso de Siro Rosané o hasta Mariano Peralta Bauer.

El Ciclón no fue ni una brisa en la tarde noche del Nuevo Gasómetro, perdió de local ante un equipo que vino a hacer su negocio, y en el cierre del partido erró dos mano a mano que podrían haber significado una caída aún peor en lo anímico. Este San Lorenzo, que pareciera que volvió al modo ‘no me molesta perder’, sucumbió ante su antítesis: un equipo sin nombres pero con hambre.

Esta derrota preocupa y alarma en varios frentes: arrancó de la peor manera una fase de grupos y el domingo deberá enfrentar nada más y nada menos que a River en el Monumental para seguir peleando la clasificación en la Copa de la Liga.