A pasar la escoba se ha dicho

No se salvó nadie: todos recibieron sus respectivas puteadas, era obvio. Tercera caída en hilera, la punta que alguna vez fue nuestra se alejó para nunca más volver. Para colmo ya se empieza a pensar en la próxima temporada donde el promedio es bastante magro.

Eso es San Lorenzo en la actualidad. Poco y nada. Más nada que poco. Sin ideas, sin fútbol, lo peor es que sin alma. Y eso que desde el minuto se había puesto en ventaja gracias a un gol de Ángel Romero en colaboración de b Delgado. Pero al toque comenzaron los errores y los horrores y Alexis Castro marcó el 1-1 con el que la temperatura y descontento de la gente fue in crescendo. Y así llegaron más dudas, más yerros infantiles como el de Menossi y Ferrari y el 2-1 del Halcón gracias a un golazo del Cuqui Márquez.

El clima se cortaba con un hilo, no exagero, y Belluschi que se retiraba de la cancha por lesión y un rosario de insultos decoraba su salida.

En el complemento, Navarro se mandó una de cal y una de arena y el recuerdo de Torrico retumbó en el estadio nuevamente en desmedro del resistido arquero azulgrana. Era el 3-1 de la visita ante el tardío despeje del portero del Ciclón, en la enésima vez que lo hizo desde su llegada al plantel, años atrás.

San Lorenzo no supo, no pudo, tal vez no quiso, lo cierto es que volvió a perder, de manera vergonzosa. Se acabó lo que se daba, no hay margen, no digo de error, sino para sostener al entrenador y a este plantel. Se impone limpieza absoluta de jugadores que ya cumplieron su ciclo. Llegó el momento de los pibes de la cantera, pero de verdad, eventualmente bancar a los Romero, a Pittón, Ramirez, Menossi y algún otro. Caso contrario, no hay retorno…