Gaby Rojas y el sacrificio hasta la pirueta que puede ir al Puskas

“Estoy emocionado y ni me acuerdo cómo fue”, le dijo Gabriel Rojas a la transmisión tras su primer gol en primera —más que gol, recontra golazo—, que sirvió para destrabar el encuentro que terminó 4-2 para San Lorenzo ante Platense. La emoción es lógica, ya que desde su debut ante Gimnasia en 2016 con 18 años no solo pasaron algunos años; también, casi infinitos sucesos.

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Hoy tiene dos hijos, pero en 2017, con 19 vueltas al sol, ya era padre. El tatuaje del león y el nombre “Bastian” en su mano derecha tiene como motivo el nacimiento de su primer niño, y así se lo contaba a Olé: “Me siento fortalecido por él, que me protege en cada partido y me motiva a seguir… Si me siento un león es por mi hijo”.

Si primer partido, por Copa Argentina, fue flojo, pero unos meses después tuvo la posibilidad de redimirse con la camiseta del Ciclón y con el entrenador Diego Aguirre, con quien se afianzó en el puesto de lateral izquierdo. En ese 2017 terminó disputando casi 30 partidos que, definitivamente, hicieron que valiera la pena todo el esfuerzo hecho durante su paso por las inferiores. Sobre este sacrificio escribió recientemente el periodista Cristian Camiño, que lo conoce bien, en su cuenta de Instagram: “Dos colectivos hasta la estación de Lanús, de ahí el tren a Constitución y el 91 hasta Ciudad Deportiva. ¡Lo mismo a la vuelta! ¡Así todos los días! Tu viejo, chofer de la línea 86, pasaba por el Gasómetro y, con los pasajeros arriba, frenaba en Perito Moreno, bajaba y preguntaba cómo te había ido”.

La pierna zurda con la que realizó la pirueta contra el Calamar está bien cuidada por D10S. Puede ser una casualidad, y es probable que así sea, pero es una realidad que en la izquierda lleva inmortalizado a Diego Maradona, a quien se tatuó con la mítica imagen del Diez levantando la Copa del Mundo. Rojas, maradoneano de primera hora, tuvo también la chance de conocerlo y de sacarse una foto con él.

Fua el Diego 😍💙❤ pic.twitter.com/pUfiVUcXaJ

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Ante la pérdida de rodaje y la llegada de Bruno Pittón, en julio de 2019 se fue cedido a Peñarol de Uruguay: el préstamo fue por un año, sin cargo y sin opción. Allí, mostró buenos rendimientos y llegó a ganarse el cariño de los hinchas, que pedían que se quedara. A su vuelta, Mariano Soso le comunicó que podría competir en el puesto con Pittón, que en ese momento estaba bastante afianzado. Y el 30 de noviembre de 2020, ante una lesión de último momento del titular, Gaby, como le dicen, volvió a jugar un partido de arranque con la camiseta azulgrana.

Ahora, la historia pareciera ser otra: si bien rotan, Rojas aparenta estar ganando la pulseada —o la emparejó—, al menos por rendimientos; está muy bien considerado por Diego Dabove. Al fin y al cabo, la competencia es sana, tal como dijo después de su golazo frente a Platense: “El que elige es el técnico. Las oportunidades que tenga con esta camiseta las voy a aprovechar al máximo”.