Se escapó por Pavones...

Todos sabíamos que el empate iba a castigar a San Lorenzo por no haber cerrado el partido ante Estudiantes, era un hecho, máxime y cuando en ventaja tras el gol de Rubén Botta de penal. Pablo Mouche tuvo otro y Andújar se lo contuvo. Al Ciclón se le escapó un triunfo que ya estaba encaminado por errores propios más que por méritos del rival. Y eso se pagó caro, tan caro que por segundo juego consecutivo se queda con un punto mezquino cuando tenía todo para llevarse los tres puntos.

Sin embargo, un mix de retroceso indebido, mala lectura del DT a la hora de hacer los cambios y porque el contrario también juega, lo privaron de festejar, al menos lo que hubiera sido un premio consuelo para un año para el olvido en materia futbolística. 

San Lorenzo mejoró en cuanto, al juego, es innegable, no obstante continúa abusando del toqueteo intrascendente y llegando hasta el área sin lastimar. Tuvo viento a favor y no lo aprovechó, y el Pincha se animó y hasta avisó, tantas veces lo hizo que en el enésimo avance de peligro tuvo como recompensa un penal que Mariano Pavone cambió por gol. Lo demás ya era cosa juzgada, nerviosismo, arrestos individuales y una pitada final que duele, como el presente del equipo. Espero un 2019 muchísimo mejor que este, con poco ya lo será. Desde hace tiempo se tocó fondo, pensábamos que con Jorge Almirón sería todo diferente, al menos hasta ahora y en función de los resultados obtenidos, no se notó.