¡San Martín de los Andes!

Con un gol de Martín Cauteruccio, San Lorenzo derrotó 1 a 0 a Godoy Cruz en Mendoza y quedó a tiro de la punta en el Grupo 1 del torneo doméstico. Sólida actuación del equipo de Pablo Guede que le ganó con autoridad a un equipo que venía entonado y hacía ocho fechas que no perdía.

En uno de sus mejores partidos del año, el Ciclón maniató al Tomba y llenó de dramatismo e incertidumbre al grupo 1 del campeonato argentino. Lo ganó de punta a punta y porque tuvo la convicción para hacerlo. A San Lorenzo no le importó la ubicación en la tabla ni tampoco el viento a favor con el que llegaba el conjunto mendocino. Para ello formó un tándem en mitad de cancha que sería el responsable de edificar el éxito en la lluviosa noche cuyana. Desde la inteligencia de Belluschi, el manejo de Ortigoza, la velocidad de Cerutti y el pivoteo de Matos, la primera parte fue exclusivamente azulgrana.

El capítulo inicial dejó en claro quién de los dos tenía las aspiraciones más ambiciosas de quedarse con los tres puntos en el bolsillo. Sin embargo, San Lorenzo encontró en Rey al responsable de que sus intenciones no fueran traducidas en gol y –de esta manera- el Ciclón debió conformarse con las ganas de abrir el marcador.

Más allá de todo lo que había insinuado, faltaba el gol y no era un dato menor. Por eso, San Lorenzo volvió a presionar sobre el Tomba y cuando tuvo su oportunidad, no la desaprovechó. Pintaba para una jugada sucia en mitad de cancha cuando el balón le llegó a Ortigoza. El “Gordo” inventó un rodeo y habilitó a Mas que se había proyectado por la izquierda. El sanjuanino (quien regresaba a la titularidad) mandó un centro venenoso al área para el anticipo de Cauteruccio quien esta vez no falló y marcó la apertura del tanteador. Era el 1 a 0 para el Ciclón, un resultado tan justo como merecido.

En desventaja, Godoy Cruz salió desesperadamente a evitar que no se le fuera el tren. Para ello, adelantó sus líneas y hasta demostró que era capaz de inquietar a Torrico y de generarle algún que otro sofocón. Santiago García lo tuvo un par de veces pero falló en la definición y privó al Tomba del empate. Fueron esporádicos intentos del local por arrimar peligro en el arco azulgrana, a la larga los únicos que tendría en el resto del tiempo reglamentario. Con el correr de los minutos, San Lorenzo circuló con inteligencia el balón y dejó pasar el tiempo hasta la última pitada de Laverni. Jamás especuló, mucho menos se replegó para esperar el cierre del match, al contrario. Tuvo siempre entre ceja y ceja el arco de Rey y si la diferencia no se amplió fue porque no tuvo precisión para hacerlo.

San Lorenzo se llevó del Malvinas Argentinas una valiosa victoria que le da una nueva vida en el campeonato. Se le vienen dos partidos en fila como local, el primero ante Rosario y el restante frente a Huracán, por el interzonal. Previamente, se jugará su pleno en la altura de México visitando al Toluca. Será tal vez su última chance de seguir en carrera en la Copa Libertadores. Pero esa será otra historia que Pablo Guede diagramará a partir de mañana.

El Ciclón se quedó con tres porotos en el bolsillo y el comienzo del fin de semana indefectiblemente marca una tendencia positiva. Pase lo que pase, de ahora en más, San Lorenzo cumplió, y con creces. Que pase el que sigue…