San Lorenzo y sus años de cabezas gachas

El Ciclón ya hace tiempo que no sopla: la estadística marca que, desde la salida de Claudio Biaggio como entrenador, ganó solamente 26 partidos sobre 81 posibles... ¿Qué pasa en Boedo?
Foto: San Lorenzo Primero

¿Es solo el presente lo que preocupa? ¿O es un presente sostenido en el tiempo y ya convertido en pasado reciente? Hoy pareciera que los Daboves, Troyanskys y Melanos son los responsables de casi todos los males habidos y por haber en el mundo del fútbol profesional de San Lorenzo, pero la estadística marca que hace al menos cuatro años que el Ciclón ya no es ni una brisa.

Los números pueden gustar o no, doler o no, pero nunca mienten: San Lorenzo ganó solamente 26 partidos sobre 81 jugados desde la salida de Claudio Biaggio como entrenador del primer equipo. Para entender la actualidad, hay que recapitular hasta esa época: la salida de Diego Aguirre parecía inevitable tras la eliminación en los cuartos de final de la Copa Libertadores 2017 a manos de un polémico Lanús. Hoy serían pocos los hinchas que no firmarían llegar como mínimo hasta esa instancia en comparación con el presente…

El interinato del Pampa se ratificó como ciclo, y ahí empezó parte del problema. Por supuesto que el ex goleador del recordado título en el Clausura 1995 no es un culpable señalable, pero si los que pensaron que se podía ratificar porque si a un entrenador que nunca había estado al mando de un primer equipo. Ojo, su rendimiento en la Reserva del Ciclón había sido bueno (campeón en 2015).

Con el Pampa se profundizó una práctica que no venía trayendo buenos resultados, y fue una de las que llevó a San Lorenzo al averno en el que vive hoy: la venta de titulares en momentos cruciales. El DT, con más amor por el club que otra cosa, sacó agua de las piedras y terminó clasificando a la Copa Libertadores 2019 gracias al tercer puesto obtenido en la Superliga 2017/2018.

Durante su ciclo, se fueron los Paulo Díaz y Piris Da Motta, para dar lugar a la llegada de los Valentín Viola, Pablo Mouche y, por ejemplo, el simpático Travieso Hernández. Llegó Jorge Almirón con bombos y platillos para ir a por todo en los planos locales e internacionales. El entrenador arribaba desde Atlético Nacional de Medellín y llegó a sonar hasta para los bancos de Boca y la Selección Nacional. Se retiró Romagnoli y asumió como mánager, y se dio uno de los peores mercados de pases de la historia del club: llegaron 10 jugadores y el único que más o menos funcionó fue devuelto a su club de origen por falta de pago (Juan Camilo Salazar a Millonarios de Colombia).

Se fue a buscar a Miguel Trauco y se incorporó a Damián Pérez, como para graficar con nombres la problemática. Llegaron cualquier cantidad de ex dirigidos del entrenador y ninguno funcionó. El resultado fue dramático: Almirón ganó un solo partido en el plano local (ante Rosario Central en el último minuto), quedó anteúltimo en el torneo doméstico y clasificó de manera inentendible a los octavos de final de la copa. A pesar de los pésimos rendimientos, el ex Lanús fue el entrenador que más partidos dirigió desde ese punto en adelante (25).

Llegó Pizzi junto a Menossi, los hermanos Pittón, Adam Bareiro, Santiago Vergini, Ramón Arias y Juan Ramírez. De los todos ellos, solo Bruno Pittón y Juan Ramírez siguen: Bareiro levantó dos partidos antes de la finalización de su préstamo, a Menossi ningún entrenador le encontró el puesto, Vergini y Arias nunca funcionaron, mientras que Mauro Pittón disputó poquísimos minutos. El equipo quedó eliminado de la Copa Libertadores en octavos ante Cerro Porteño y se dio la llegada más resonante de los últimos años: los hermanos Romero, que a pesar de los problemas extrafutbolísticos fueron, son, y a este ritmo seguirán siendo, lo mejor de San Lorenzo. Si bien fueron dirigidos por el actual DT de Racing, arrancaron desde atrás por cuestiones físicas y de adaptación al fútbol argentino.

Pizzi salió eyectado tras solamente trece partidos y llegó Monarriz: otro interino ratificado como entrenador principal. Nunca llegó a plasmar una idea, pero sacó algunos puntos importantes y llegó a ganarle al River de Gallardo en el Monumental como triunfo más resonante en los, nuevamente, diez únicos partidos que dirigió. Tras desplante de Ángel y Óscar en Córdoba quedó en la cuerda floja y terminó saliendo al poco tiempo. En el medio de todo esto, Nacho Piatti volvió al club.

Además, ahí nació un nuevo ítem en nuestro recorrido: San Lorenzo tuvo dos entrenadores de pasado inmediato por la Reserva del club, pero no se afianzó ni trascendió prácticamente ningún juvenil. Adolfo Gaich y Marcos Senesi son quizás los dos únicos jugadores que lograron pisar fuerte y dar el salto. Si bien fueron las últimas dos grandes ventas del club, y hay que tratarlas como tal, es un número bajísimo al tratarse de una institución que predica tener un envidiable proyecto de inferiores. El caso de Matías Palacios queda de lado, ya que si bien fue vendido en una interesante suma al fútbol europeo, nunca se afianzó en Primera.

La Secretaría Técnica se hizo cargo del primer equipo y consiguió tres victorias al hilo. Arribó el prometedor Mariano Soso dos días antes del aislamiento por la llegada del COVID a la Argentina. El debut llegó recién en 31 de octubre del 2020, y su ciclo duró once partidos y salió tras haber disputado solamente la Copa Diego Maradona. Nuevamente no se encontró una idea.

La llegada de Dabove generó bastante consenso, y parecería que se aprendió de la experiencia inservible de cambiar el entrenador si en los primeros 10 partidos no funciona, pero abre un nuevo interrogante: ¿Qué busca San Lorenzo en un entrenador? ¿Existe una línea a seguir? Porque se saltó de estilos distintos prácticamente de manera permanente: de Bauza a Guede, de Guede a Aguirre, de Aguirre a Biaggio, y así sucesivamente.

El presente es producto del pasado, y el pasado no tuvo a los chivos expiatorios del plantel actual: ¿Están definidos los roles de la Secretaría Técnica? ¿Funciona la Secretaría Técnica? ¿Existe el proyecto de inferiores? ¿Los que tienen que tener la cabeza en San Lorenzo realmente la tienen?

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