Los caminos de Juan Antonio Pizzi

Fue campeón en un torneo muy peleado, le dio identidad y ambición a un equipo que venía simplemente desprendiéndose del virus de los promedios. Después se fue, tan repentina como dolorosamente. Juan Antonio Pizzi dejó San Lorenzo y partió rumbo a Valencia sin disputar el sueño máximo de la Copa Libertadores a fines de 2013.

En España, donde dio sus mejores pasos en su carrera como futbolista, hizo una campaña correcta al frente del conjunto Che. No logró llevarlo a la Champions League, pero si a las semis de la UEFA Europa League. Sin embargo, el Valencia cambió de autoridades y eso marcó el destino del entrenador. Peter Lim, un inversionista de Singapur, compró la mayoría de las acciones del club y su primera medida fue despedir al DT porque no formaba parte de su proyecto futbolístico.

A fines de 2014, Juan Antonio cerró su incorporación al Club León en la liga mexicana. El conjunto azteca lo recibió con los brazos abiertos pero su paso fue más bien sobrio. Sin pena pero lejos de la gloria el entrenador ganó tanto como perdió pese a probar una gran cantidad de esquemas de juego. Pasó por el 4-2-3-1 que dio frutos en el Ciclón al 4-3-3 e incluso pasó por un 4-4-2 con Mauro Boselli como pieza argentina del doble nueve, pero no logró encontrar la mejor versión de su equipo.

En enero de 2016, Pizzi recibió un ofrecimiento especial. Tuvo la oportunidad de dirigir la Selección Chilena. Con respeto, el santafesino solicitó su salida al León y tomó las riendas del combinado campeón de la Copa América 2015. La Roja venía de varios procesos que revitalizaron su fútbol. El máximo artífice había sido un argentino: Marcelo Bielsa, por lo que Claudio Borghi, Jorge Sampaoli y el propio Pizzi fueron las posteriores opciones de la Federación para continuar ese legado.

Juan Antonio tenía la misión de afrontar la Copa América Centenario en Estados Unidos y cumplió con creces. Tras la salida del último DT campeón, Jorge Sampaoli, era difícil repetir el logro pero Macanudo -así lo apodaron en Barcelona- lo consiguió. Le ganó la final a la Argentina y Chile se quedó con el trofeo continental por segunda vez consecutiva.

Con buen juego y en la cresta de la ola generada por un proceso de varios años, la Selección de Pizzi se quedó también con la China Cup -un torneo menor pero que no vino mal a las vitrinas chilenas- y llegó a la final de la Copa Confederaciones en la que terminó cayendo frente a Alemania, el campeón del mundo vigente en aquel momento.

Ya en 2017, luego de varios traspiés en las Eliminatorias para Rusia 2018 frente a Paraguay, Bolivia y Brasil, Chile no encontró el rumbo y quedó fuera del Mundial. El 10 de octubre, después de un golpe tan duro que suponía crisis, el ex jugador de Barcelona hizo pública su renuncia al puesto de entrenador.

Del otro lado del mundo, Pizzi recibió un llamado que le permitió llegar a la Copa del Mundo aunque al frente de otro seleccionado, algo que no gustó en Chile. En Arabia Saudita, los particulares dirigentes decidieron terminar el contrato de otro DT azulgrana. El Patón Bauza. El ganador de la Libertadores 2014 fue despedido tras dirigir cinco amistosos y Juan Antonio picó en punta como su reemplazo, se invirtieron los roles que cumplieron en San Lorenzo.

La oferta económica y el desafío mundialista hicieron lo suyo y el ex DT de Chile tomó las riendas de Arabia justo a tiempo para el sorteo de la fase de grupos. El compromiso fue total, Pizzi se mudó a Riad -capital del país árabe – y junto a él sus ayudantes Manuel Suárez y Rolando Carlen. El equipo compuesto además por el profe Alejandro Richino y el analista de videos e hijo del entrenador Nicolás Pizzi, se empapó de la cultura árabe junto al traductor Elías Tahhan.

El trabajo detallado, vinculado a la liga local y la preparación competitiva de los jugadores, dio rédito y la Selección árabe llegó al Mundial en otro nivel futbolístico. El debut con goleada en contra frente a Rusia, la caída frente a Uruguay y la victoria frente a Egipto -dirigido por Héctor Cúper- dieron fin a su participación que representó una mejora desde el juego, pero una nueva caída en cuanto al resultado.

Si bien la Copa del Mundo terminó, el conjunto saudí tenía otro desafío por delante por lo que renovaron el contrato de Pizzi hasta Febrero de 2019 y de esa forma el DT continuó al frente del equipo durante la Copa de Asia. Finalmente, tras la eliminación en octavos de final ante Japón por 1 a 0, Juan Antonio dejó el cargo, conforme con la evolución de sus jugadores pero decidido.

Cinco meses pasaron y hoy se produjo el regreso de Juan Antonio Pizzi en forma oficial a San Lorenzo de Almagro. El entrenador trabaja en su proyecto futbolístico desde hace varios días pero el lunes se calzará el buzo para comenzar su segunda etapa al frente del Ciclón. ¿Vendrá renovado tras sus distintas experiencias? ¿Encontrará el rumbo que el equipo de Boedo necesita para avanzar en la Copa y hacer pie en el ámbito local?, preguntas que de a poco irán encontrando respuestas.