Empate con gusto a derrota, castigo a la mezquindad  

Como agua entre los dedos se le escapó la victoria al Ciclón. Parecía que aprovechaba el envión anímico que significó el triunfo ante Nacional por la Copa Sudamericana, y salía a ratificar en Santa Fe su reencuentro con el buen fútbol que tan postergado tenía desde hacía mucho tiempo. Y todo pintaba para conseguirlo, de hecho construyó una contra letal que terminó en la red del Tatengue. Todo se inició tras un córner y en una jugada que encabezó Mouche, la continuó Reniero quien con un gran gesto técnico liberó la zona y asistió a Blandi; el capitán y goleador la metió en el área donde el propio Reniero la mandó a guardar con un tremendo cabezazo. Golazo y no exagero.  

Arriba en el marcador, el Ciclón se paró expectante y a la espera de los espacios que el necesitado Unión iba a dejarle. Pero más allá del esperable dominio territorial del local, el conjunto azulgrana se plantó y repelió de manera sistemática cada avance de los de Madelón para llevarse la primera mitad casi sin sobresaltos.

En el complemento, Unión se llevó por delante a San Lorenzo, literalmente, y Nico Navarro se transformó en el hombre de la cancha luego de un póker de intervenciones providenciales. Sin embargo, la actuación del arquero por sí misma no alcanzaba y la victoria parcial del Ciclón corría riesgo como nunca en la noche en el 15 de abril. El Tate iba e iba, más por enjundia que por convicción, y hasta recibió el regalo del juez Vigliano que cobró un penal inexistente al Droopy Gómez. No obstante, el mismísimo Navarro se vistió de héroe y le contuvo a Gómez la pena máxima.

El último cuarto de hora, la temática no se modificó, al contrario, San Lorenzo atrincherado en su campo y Unión intentando llegar a ese empate que ya merecía con creces. Y ocurrió lo previsible: en tiempo de descuento Fragapane aprovechó un centro rasante que todos mirando pero que nadie sacó y el ex Boca la mandó a guardar. Y no sólo eso, casi deja el triunfo en Santa Fe cuando Soldano cabeceó y Navarro contuvo lanzándose hacia su izquierda.

Igualdad en Santa Fe, castigo para el amarrete San Lorenzo del Pampa Biaggio que se olvidó de jugar y se limitó a aguantar en su propio terreno. Y el desenlace fue el esperado, el rival te vacuna y a llorar a la iglesia. Empate con gusto a derrota, estaba todo dado para quedarse con una victoria histórica en un estadio esquivo y en donde desde el 2001 no se festeja. La mezquindad del Ciclón lo privó de romper esa racha. Nada más que agregar.