El Cuervo ahogó la Chachoneta y voló a la punta

 

El Ciclón superó varios escollos esta tarde. No sólo a un rival complicado como lo fue el elenco rosarino -quizás uno de los que mejor juega junto a Lanús- sino también fue una prueba de carácter luego de la delicada situación en la que quedó tras su salida anticipada de la Copa. Y no le resultó para nada fácil hacerlo, aunque el éxito conseguido le agrega un sabor que mejor se disfruta al paladar.

 

A San Lorenzo se le hizo cuesta arriba desde el vamos, porque la visita asumió el protagonismo desde el buen pie de Cervi y la compañía de su compadre Lo Celso. Con lo mejor que tenía a disposición, Guede trató de jugar de igual a igual pero careció de argumentos ofensivos para hacerlo, a pesar de contar en cancha con tres delanteros naturales. Para colmo, los horrores constantes desnudaron aún más la endeble zona defensiva del Ciclón.

 

Central dominaba a voluntad y a nadie sorprendió el penal infantil que Ortigoza le cometió a Cervi y que el eterno Marcos Ruben transformó en gol. Los de Coudet conseguían la apertura del marcador, y era justo. Sin embargo y cuando se esperaba una respuesta más acorde a las circunstancias, Rosario siguió monopolizando el balón y creando peligro hacia el arco de Torrico. San Lorenzo estaba desbordaba y Guede ya presagiaba mover el equipo a la espera de alguna solución desde el banco de relevos. No obstante, el Ciclón chapeó y con un desborde de Cerutti encontró el empate luego de un cabezazo de Caruzzo a quemarropa. Era la primera llegada clara del conjunto azulgrana, efectividad total, sin dudas.

 

El capítulo inicial se cerró con un desfile de tarjetas amarillas, un lógico castigo al juego fuerte en el que se sumergió el partido en los últimos minutos. Las revoluciones estaban a full y el 1-1 bajaba el telón de una guerra en el que recién se cerraba su primer combate.

 

En la segunda mitad, San Lorenzo salió a comerse crudo a Central y con la convicción de que una victoria no era nada descabellada. Con actitud y más orden, el once de Guede se puso en ventaja con un golazo del “Gordo” Mussis quien aprovechó un rebote y de volea se la clavó en el ángulo al indefenso de Sosa que poco pudo hacer para evitarlo. San Lorenzo se ponía 2 a 1, ¿se le vendría con todo Central?

 

Obviamente Central adelantó sus naves pero apenas inquietó a Torrico. Es más, si alguno de los dos debió señalar otro tanto, debió haber sido San Lorenzo. El Ciclón estrelló dos tiros en el travesaño: primero Mercier en un centro que se le cerró a Sosa y segundos más tarde Villalba con un estupendo derechazo desde afuera del área luego de pasar a dos jugadores Canallas.

 

San Lorenzo ganó un partido vital y que lo ubica en la punta del torneo local junto a Godoy Cruz, lo hizo con autoridad, porque jamás se dio por vencido y porque tiene una hinchada incomparable y que también juega.