El Ciclón pampeano volvió a soplar

Desde el inicio y con una marcada actitud más ofensiva en relación a la gestión Aguirre, el Ciclón de Claudio Darío Biaggio se llevó por delante a Defensa y Justicia hasta que pudo ponerse en ventaja, es más, estuvo a tiro de conseguir una mayor diferencia si no fuera porque el travesaño le negó el segundo gol a Nico Blandi.

San Lorenzo lo ganaba apenas pasado el primer cuarto de hora gracias a una genialidad de Fernando Bellsuchi que enloqueció a Ignacio Rivero y asistió con inteligencia a Ezequiel Cerutti. El Pocho, en soledad, ingresó al área y batió al arquero Gabriel Arias quien salió de manera imprudente pero poco pudo hacer para evitar el tanto.

Fernando Márquez tuvo el empate del Halcón en sus pies cuando dejó desairado a Nicolás Navarro. Pero tardó demasiado y el conjunto de Varela derrochó la única oportunidad de igualar el juego en la primera parte donde el Ciclón se fue al descanso con el 1-0 en el bolsillo.

En el complemento y casi desde el vestuario, el conjunto azulgrana golpeó de nuevo y casi que dejó sentenciada la historia. Esta vez fue el goleador y capitán Nico Blandi quien   tuvo tiempo y precisión en el área para batir a Arias tras otra gran jugada de Belluschi. Recién comenzaba la segunda mitad y San Lorenzo ganaba 2 a 0, en un cotejo que tenía un destino prácticamente definido.

Aunque Defensa asumió una postura un poco más arriesgada y casi que consigue acercar cifras cuando en un par de remates a distancia hizo lucir a Nico Navarro, Ezequiel Cerutti le bajó el telón al partido al clavar un zapatazo en el ángulo para decretar el 3-0. Sin tirar manteca al techo, San Lorenzo estaba ordenado en el fondo, contaba con la magistral conducción del Rey Fernando XVI, y la efectividad de sus delanteros, ingredientes por demás suficientes ante un rival que no implicó demasiado riesgo en la noche, justo es decirlo.

Tras la salida del resistido Diego Aguirre, el Pampa Biaggio se puso a disposición del club y el equipo se quedó con 7 de 9 puntos en juegos. De entrenador interino a DT ratificado hasta diciembre (al menos por ahora), el querido goleador de la década del 90 se metió en el bolsillo a la gente que desde siempre lo apoyó, y hasta se dio el lujo de darle su impronta al equipo. Desde su asunción, el Ciclón es protagonista en cada juego, genera peligro en el arco adversario, gana y gusta. No brilla pero tiene una identidad porque sus jugadores le rinden. En tiempos en los que la mano pintaba regular para aplazo, es grata este presente futbolístico, y en gran medida se lo debe a quien maneja al equipo desde el banco.

En un encuentro donde un rato largo estuvo de más, el público alentó y recordó a su clásico de barrio, el DT movió fichas y probó variantes de cara al futuro inmediato. El objetivo estaba cumplido, con creces. San Lorenzo ganó, gustó y goleó. Cartón lleno. ¿O no?