Cerutti o no Cerutti, esa es la cuestión

Ezequiel “Pocho” Cerutti fue titular en el debut de San Lorenzo en el campeonato y en el suyo con la camiseta azulgrana. A las pocas horas de hacerlo se dio el lujo de levantar la Supercopa para festejar su primer título con el Ciclón. ¿Quién es este purrete por cuyo pase el Ciclón apostó una cifra inusual para el mercado local y por el que la gente se rompe las manos? Acá te lo contamos.

Ezequiel Cerutti llegó a San Lorenzo en el último verano, en un mercado de pases con poco ruido y escasa nueces para el plantel cuyo timón había asumido Pablo Guede días atrás. Proveniente desde La Plata donde en Estudiantes había demostrado parte de su repertorio, este juninense de 24 años se aproximaba a su primera prueba de fuego en serio: jugar en un equipo grande. Y logró lo que muy pocos consiguen: meterse en el bolsillo a la gente en un puñado de partidos. Cerutti debutó en Paraná y fue fundamental para que San Lorenzo obtuviera -al menos- un punto en su excursión por tierras entrerrianas. Con su endiablada gambeta y velocidad turbo, el delantero volvió loco al fondo de Patronato y se erigió en la figura rutilante de la noche. No sólo fue la carta ofensiva más clara sino que de su enésimo desborde llegó el penal que Ortigoza cambió por gol.

Ante Boca y por la final de la Supercopa Argentina, no sólo no le pesó la presión de un estadio colmado sino que también fue de los puntos más altos que mostró el Ciclón en una victoria soñada. 

La seguidilla de partidos y previendo lo que se viene en lo inmediato, quizá hicieron que Pablo Guede optara por dejarlo en el banco en el día de ayer, justamente ante el equipo que lo vio nacer y en el que Cerutti comenzó a jugar desde los 7 años: Sarmiento de Junín. La tarde-noche pintaba más que complicada para San Lorenzo tras aquel 0-1 desde el inicio del encuentro. El Ciclón quería pero no podía doblegar al fondo del Verde. Cuando Guede comenzó a mover las piezas el tablero, Cerutti fue uno de los elegidos. Y nuevamente volvió a cumplir. Frente a un rival como Sarmiento que apeló a armas lícitas, por momentos, y a un sistemático juego fuerte, por el otro, al Pocho no le pesó el sentimiento (ni el pasado) y dio la cara por su nuevo equipo. Abrió la cancha a voluntad y fue responsable absoluto de la remontada azulgrana.

Casualidad o causalidad, lo cierto es que Ezequiel Cerutti coincide no sólo en el nombre de pila de un viejo conocido de la casa y también en su apodo: Ezequiel “Pocho” Lavezzi. Al igual que el jugador de la Selección Argentina y actual jugador del fútbol chino, Cerutti tiene características que lo asemejan aún más al rosarino de Villa Gobernador Gálvez. Ambos son atacantes de la vieja escuela, punteros de los que no abundan, veloces e imparables para cualquier fondo. Aunque no tienen demasiado gol, suelen anotarse en el tanteador con cierta frecuencia. Sin embargo, lo de ellos pasa más por ser asistidores que goleadores. Y en eso, cumplen…y con creces.

No quiero meterle presión a Ezequiel Cerutti pero sus rendimientos individuales ilusionaron por sí mismos a todos los sanlorencistas. Se presentó en sociedad hace tres fechas y ya conquistó el corazón de los hinchas, ojalá siga demostrando partido a partido lo que insinuó hasta ahora, que por cierto no fue poco…